Este libro no es el resultado de una improvisación, ni menos aún de un itinerario epistémicamente tranquilo y confortable. Por el contrario, es el producto de una larga andanza, movida por una impostergable necesidad de penetrar el complejo retículo de la coyuntura histórica, en la que se sitúan las infancias en la contemporaneidad.
Ha sido un trasegar, en cierta forma, errático, no encasillado en preconstituidas y rígidas cuadriculaciones categoriales. Pero, no por ello ha sido un camino sin rumbo, pues desde el primer paso nos motivaba el sentido de una apuesta histórica, sobre el urgente compromiso de develar los rostros ocultos de lo que hemos convenido llamar ‘el desborde de la explotación económica de las infancias’, en el capitalismo actual.
El camino no ha sido nada sencillo, más bien permanentemente diseminado de trampas, de muy inquietos interrogantes, de momentos de desorientación y hasta de puesta en juego del sentido y de la justificación de fondo de todo nuestro transitar por territorios en gran parte desconocidos, y en donde no ha sido fácil ubicarse, aunque fuera momentáneamente, para recuperar fuerzas interiores y luego seguir en esto, que podemos decir una suerte de nomadismo epistémico. Y han sido muchas las veces en que hemos experimentado dolorosamente aquella “angustia” de la que nos habló Varela (1997) , o aquel “asombro” propio del moverse en el “límite”, aventurándose en lo “inédito”, sobre lo que nos alertó Zemelman (2011) Nos has impulsado una “ética del viandante”, del nómada, como la nombró Galimberti (2023), y sobre la cual aclara que es necesario ser:
… disponibles a renunciar a nuestras radicadas convicciones, cuando la radicación no tiene otra profundidad que no sea aquella de la vieja rutina. Entonces, el nomadismo del viandante nos ofrece un modelo de cultura que educa porque no inmoviliza, porque desitúa, porque no ofrece nunca un piso estable y seguro sobre el cual edificar nuestras construcciones, pues la apertura que requiere linda con el abismo, donde no se encuentra nada de tranquilizador, pero donde también se evita la monotonía de la repetición, del ir y del venir siempre por la misma ruta, con los usuales compañeros de viajes, sin nadie para encontrar. (pág. 76)
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A lo largo de todo este libro, hablamos como un ‘nosotros’, no porque sea un plural maiestatis, ni una forma de impersonalidad, ni tampoco para obedecer a los dictámenes de la formalidad de los escritos académicos. Hablamos como un ‘nosotros’ porque este libro ha sido originariamente pensado, y luego construido, reflexionado críticamente y finalmente redactado por un grupo que no dudamos en definir como ‘una comunidad de construcción de conocimiento’, comunidad a la cual pertenecen todos los autores del texto que estamos presentando. Decimos ‘comunidad’ porque somos personas que comparten un común camino biográfico, de presencia, acompañamiento y pertenencia a los movimientos organizados de niños, niñas y adolescentes trabajadores de América Latina, hecho que constituye la vertebración de nuestra biografía no solo política, pragmática, experiencial, intelectual, sino propiamente y profundamente vivencial, que nos une en una fraternidad de intencionalidades, de referencias políticas, de isomorfismos valoriales, todo ello traducido no solamente en un común sentir, sino en un flujo permanente y cálido de emocionalidades que se encuentran. Venimos todos, aunque en formas distintas, de largas décadas de compromiso con la trascendental experiencia histórica de los movimientos organizados de niños niñas y adolescentes trabajadores, en sus casi cincuenta años de existencia, en el marco de lemas identitarios como lo son la valoración crítica del trabajo de los NNATs (Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores), el rechazo epistémico, ético, cultural, político del abolicionismo y del erradicacionismo, la apuesta para un trabajo digno y no explotado de las infancias insertas en el mercado laboral, y más en general la voluntad de lucha contra toda forma de explotación económica de las niñeces.
Todas y todos nosotros, en esta comunidad de construcción de conocimiento, teníamos una consolidada zona de confort epistémico, de sosiego teórico, de certidumbre que con el tiempo se había vuelto casi una rígida parametración de nuestra visión del mundo de las infancias, incapaz de sostener el ritmo de los cambios que han sacudido el mundo de las niñeces contemporáneas.. Pero, la indomesticabilidad de la historia ha vuelto a tocar a nuestra puerta, insinuando la sospecha, la duda, la inquietud sobre la actualidad de la conexión de nuestra armazón de saberes sobre infancias y las transformaciones profundas y radicales de nuestra época. Sentimos, en la profundidad de nuestras mentes y de nuestros corazones, que había llegado el momento de desanclar nuevamente los barcos, para aventurarnos en mar abierto, pues percibimos que mientras el mundo cambiaba repentinamente y drásticamente, el saber acumulado con relación a las infancias se quedaba, si no inmóbil, ciertamente estancado en sus lentos movimientos de perezoso en rallenty.
Si, a raíz de esta inquietud, asumimos como ángulo de mirada, para construir nuestro campo de observación, el desborde de la explotación económica de las infancias en el capitalismo contemporáneo, fue por su indudable potencial como posible concepto ordenador , es decir categoría articuladora de distintas y aparentemente fragmentadas dimensiones del nuevo currículum vital y social de los niños, niñas y adolescentes en el mundo de hoy.
Al mismo tiempo, asumir como caja de herramientas heurísticas la idea de un desborde de la explotación económica de las infancias, nos garantizaba, en el momento mismo en que nos aventurábamos en nuevos territorios, mantener firme la continuidad con nuestra historia y con la historia de los movimiento organizados de NNATs, que siempre, desde su nacimiento habían focalizado su punto de implosión identitaria en la lucha contra la explotación de los los mismos NNATs. Pues, en el momento de sembrar los embriones de comprensión de una nueva colocación histórica, no se abandonaba este punto de implosión identitaria, sino que se ampliaba a los nuevos mecanismos explotadores del capitalismo, extendidos ya a todas las infancias.
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Con este libro queremos fundamentar que hoy como nunca es necesario superar la obsesiva insistencia con la que se ha querido, sobre todo por parte de organismos internacionales como la OIT (Organización Internacional del Trabajo), pensar la explotación económica infantil como exclusiva del trabajo de los niños, niñas y adolescentes, en particular de los sectores populares. Esta postura, conocida como abolicionista y erradicacionista, sufre una fundamental desconexión con los nuevos escenarios de la posmodernidad, escenarios en los cuales el trabajo mismo abandona en gran parte sus características clásicas y tradicionales, para reconfigurarse en formas muchos más complejas, crípticas, subterráneas, inéditas. De allí que también las formas de la explotación económica infantil ya no recurren solo las sendas tradicionales que se cruzan en la figura estereotipada del niños trabajador, sino que se insinúan en las vidas y en la cotidianidad de todas las infancias, por el camino de la bioproducción, del capitalismo cognitivo, del poscontractualismo, de la producción posfordista, del hiperconsumismo, de los ecosistemas tecnomediados, de la colonización de las subjetividades, del epocal problema ecológico, de la patología de la movilidad geográfica, de la cronovulnerabilidad de los tiempos “líquidos” (Bauman, Lahoz, 2024)), entre otros. En fin, unas infancias sitiadas por varios enemigos, que quieren subsumirlas a un proyecto de mercantilización deshumanizante. De allí la necesidad de visibilizar estas nuevas formas de explotación económica infantil, y pasar de un enfoque unicéntrico (el trabajo infantil como única forma de explotación económica de los niños) a un enfoque policéntrico, capaz de reconstruir el complejo abanico de las múltiples formas contemporáneas de explotación económica de los niños, niñas y adolescentes.
Con el tránsito de la modernidad a la modernidad tardía o radical, que significó también el tránsito del capitalismo fordista al posfordismo, al capitalismo cognitivo, consumista, bioproductivo y biopolítico, resulta necesario entender la compleja red de los fenómenos que hacen que la subsunción no solo formal, sino real del capital se despliegue, extensiva e intensivamente, a toda la sociedad y a todos sus aspectos, incluyendo el espacio social donde se encuentran las infancias.
A este punto aparece evidente que la colonización del territorio de las infancias resulta ser fundamental para los procesos de valorización del capitalismo contemporáneo, es decir que el capital necesita instrumentalizar a sus propios fines de acumulación toda la población, para subsumirla, formal y realmente, a la lógica de la forma mercancía, de la ganancia, de la infinita reproductibilidad del mercado. Hoy el sistema capitalista asume todos los sujetos como esfera bíopolítica y bioproductiva, esencial en los procesos de explotación, y, por ende, como un territorio que debe ser conquistado, normado, regulado, manipulado, dominado por la lógica de la apropiación privada de la riqueza de todos y por todos producida.
Todo ello precipita como una avalancha sobre las condiciones de vida de las infancias, exponiéndolas a múltiples formas de explotación económica, que ya no se pueden interpretar según la categorías clásicas de este fenómeno. Pues las modificaciones y los abruptos cambios que han diseñados los nuevos senderos de la explotación económica, no tienen limitaciones etarias; al contrario, los conceptos mismos de ‘bioproducción’, de ‘biomercantilización’ de ‘biopoder’ rompen definitivamente con la ilusión de una infancia inmersa en una burbuja separada de la sociedad y de los conflictos sociales, es decir rompen definitivamente con el estereotipo de la ‘privatización de la infancia’. Hoy fenómenos como la hegemonía de los ecosistemas tecnomediados, la mercantilización de los espacios escolares, el hiperconsumismo, la depredación de los recursos ecológicos, el big data, la espectacularización de la vida, la inconciliabilidad de tiempos familiares y tiempos laborales, la modelización competitiva de la existencia, los tiempos acelerados y fragmentados, la economía de las emociones, la mercantilización del cuidado, entre otros fenómenos, transforman cada momento y cada rincón de la vida en una ocasión para formas escondidas de explotación económica de los niños, niñas y adolescentes. Por ello es necesario indagar con rigor y profundidad todos estos nuevos modos en que se manifiesta el oculto rostro explotador del capitalismo posmoderno en contra de las infancias.
En este mundo de la posmodernidad, del capitalismo cognitivo y de las emociones, del capitalismo hiperconsumista, posfordista, de la producción inmaterial, de la mercantilización omnívora, el trabajo, considerado en sus formas tradicionales, sufre un evidente proceso de rarefacción, diseminación y traslación , por lo cual asistimos a una reducción del tiempo de trabajo y a una simultánea ampliación del tiempo de producción (Virno, 2023). De ello consigue que las formas contemporáneas de la explotación económica, entendida como apropiación de la plusvalía socialmente producida, se multiplican de manera inédita, se transforman, se fragmentan, se diseminan capilarmente en cada acto de nuestras vidas (bioproducción), se cruzan, se vuelven crípticas, desbordan en fenómenos de autoexplotación, hiperconsumismo, aceleración y fragmentación temporal, dependencia a los ecosistemas tecnomediados, mercantilización de los procesos educativos, psicopolítica, desastres ecológicos, absorción a la lógica del mercado del tiempo del juego, del ocio, del tiempo regalado y del tiempo autorregalado, del dominio de la instantaneidad sobre la duración, etc. Todos ellos son otros tantos ámbitos y fenómenos que incuban correspondientes nuevas formas de explotación, sobre las cuales el actual debate económico ya ha avanzado mucho.
Sin embargo, justamente este debate sobre las nuevas formas contemporáneas de explotación económica ha descuidado casi completamente las infancias, como si estos mecanismos de extracción de plusvalía no concernieran también los niños, niñas y adolescentes. De allí la necesidad de promover estudios, reflexiones,investigaciones que puedan ofrecer elementos de exploración de estos importantísimos procesos, que perfilan en gran medida el posicionamiento social y la situación de los derechos económicos y sociales de las infancias contemporáneas. Es en este complejo y denso magma histórico que este libro quiere empezar a aventurarse, con la intención de ofrecer, por lo menos, unos iniciales destellos de comprensión.
Esta es la tarea que hemos asumido con este libro: iniciar a indagar, descifrar, interpretar las nuevas y múltiples formas que asumen los procesos de explotación económica de las infancias en el mundo de hoy. Pero, también, intentar visibilizar los procesos de resistencia, de insubordinación, de lucha en contra de estos procesos, para la valoración de la dignidad de los niños, niñas y adolescentes. Es decir, indagar, reconocer y valorar los procesos generativos, sobre todo por parte de las mismas infancias, que se oponen antagónicamente a estas nuevas formas de exploración económica, para la reafirmación de valores de justicia social, de respeto de los derechos de los niños y niñas y para la radicación históricamente situada de la dignidad de las infancias contemporáneas.
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El libro se estructura en nueve capítulos. En el primero se intenta reconstruir, aunque de forma sintética pero no por ello menos rigurosa y pertinente, el actual debate sobre las transformaciones ocurridas en el mundo del trabajo, las inéditas y nuevas formas de explotación que caracterizan el mundo de hoy, y lo que se ha definido el enigma del valor en en el contexto de la contemporaneidad. En este mismo capítulo se denuncia la casi total ausencia de las infancias en este debate económico, viendo en esta ausencia una manifestación más de aquel enfoque adultocéntrico que constantemente debilita la comprensión de las infancias como sujeto y actor económico. Sucesivamente, en el segundo capítulo, se exploran las nuevas sendas recorridas por la explotación económica y que se extienden a todas las infancias del mundo contemporáneo; además de ello se intenta declinar, justamente con relación a las infancias, el alfabeto categorial construido en el debate económico contemporáneo,. El tercer capítulo se focaliza en penetrar la realidad de los ecosistemas tecnomediados como territorios de explotación económica, no solo de los adultos sino también, y diríamos particularmente, de las infancias. El cuarto capítulo es un análisis del hiperconsumismo promovido por el capitalismo contemporáneo, análisis orientado a fundamentar una interpretación que justamente en el consumo ve un fundamental mecanismo explotador de las infancias. El sucesivo capítulo se detiene en develar como también el cuerpo, real y simbólico, de las infancias contemporáneas deviene un territorio a explotarse por parte de las fuerzas económicas dominantes.El sexto capítulo indaga críticamente la subordinación a una lógica mercantil de los espacios y tiempos de las prácticas del cuidado. En el sucesivo capítulo se asume como campo de observación el mundo de la escuela, indagando los varios procesos que intentan transformar también la educación escolarizada en un dispositivo de explotación económica de las infancias. El octavo capítulo transita a través de tres ámbitos fundamentales para entender la explotación económica de los niños, niñas y adolescentes: el ciclo producción, destrucción y guerra; el ecocidio de la naturaleza, de la madre tierra; la desposesión y expropiación de los bienes comunes, materiales e inmateriales. Finalmente, el capítulo conclusivo, entre varias consideraciones finales, reconoce y alerta sobre el carácter embrionario y provisional, todavía extremadamente abierto e incierto, de las inconclusas conclusiones a las que hemos llegado con esta publicación.
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La esperanza con la que queremos colocar este libro en el debate sobre las infancias contemporáneas no es la de entregar al público una enciclopedia de las nuevas formas de explotación de las infancias, ni un alfabeto concluido, un ambicioso y definitivo mapa de inéditas categorías interpretativas. Nos anima, por el contrario, una intención más medida y, casi diríamos, osadamente modesta. La intención de alertar sobre la necesidad urgente e impostergable de reabrir un debate menos repetitivo, descontado y formulístico sobre el sujeto infancia en el escenario de la contemporaneidad, asumiendo un ángulo de mirada que, sin volverse exclusivo y excluyente de otros, sepa sin embargo subrayar la importancia de focalizarnos con fuerza y radicalidad sobre este desborde de la explotación económica de los niños, niñas y adolescentes de hoy.
Ojalá este libro pueda ser un primer paso de un largo camino, al que muchos puedan participar con sus aportes, críticas, y reflexiones. Pues es un libro que quiere ser no un momento de cierre, sino de inicial apertura en un azaroso, pero también entusiasmante proceso de construcción de conocimiento crítico sobre las infancias en su actual coyuntura histórica.
REFERENCIAS
VARELA, F. J. (1997). De cuerpo presente. Las ciencias cognitivas y la experiencia humana. Madrid: Gedisa Ediciones
ZEMELMAN, H. (2011). Configuraciones críticas. Pensar epistémico sobre la realidad. Ciudad de México: Siglo XXI Ediciones
GALIMBERTI, U. (2023) La etica del viandante. Milano: Feltrinelli Editore.
BAUMAN, Z. Y LAHOZ, M. (2024). Tiempos líquidos. Vivir en una época de incertidumbre. Barcelona: Tusquets Editores.
VIRNO, P. (2003). Diez tesis sobre la multitud y el capitalismo posfordista. Contrapoder n.7, 2003. Recuperado en https://es.scribd.com/document/369629850/Diez-Tesis-Sobre-La-Multitud-y-El-Capitalismo-Posfordista
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